El gobierno ruso ha desestimado las declaraciones emitidas por Ucrania acerca del ataque con drones realizado el miércoles contra el Kremlin. En este sentido, Moscú ha definido el hecho como un intento de asesinato del presidente Vladimir Putin y ha acusado a las autoridades estadounidenses de ordenar el ataque. De acuerdo con Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, todo lo relacionado a este hecho es "dictado en Kiev desde Washington". Además, ha afirmado que los sistemas de defensa antiaérea serán reforzados en la zona.

El presidente Vladimir Putin "mantuvo la calma" durante el ataque con drones y las celebraciones del Día de la Victoria en la Plaza Roja de Moscú, previstas para el 9 de mayo, se llevarán a cabo como estaba previsto. Peskov agregó que no habrá una reunión del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia para abordar el ataque, que no dejó víctimas.

Por su parte, Peskov ha afirmado que la respuesta de Moscú a este incidente será "equilibrada" y "en línea con los intereses del país". El miércoles, Kremlin dijo que "Rusia se reserva el derecho de adoptar medidas en respuesta donde y cuando considere apropiado".