En la mañana del 22 de septiembre, el volcán Lewotobi, que se eleva majestuoso en la isla de Flores, Indonesia, ha reanudado su actividad eruptiva, lanzando al aire una significativa columna de ceniza que alcanza los 3.5 kilómetros de altitud. Esta alarmante erupción ha elevado la preocupación entre las autoridades locales, que han emitido una alerta roja para la región desde el pasado fin de semana.

Con el riesgo de erupción clasificado como nivel 4, el más crítico, se ha aconsejado a los habitantes que se mantengan alejados a un perímetro seguro de al menos siete kilómetros del cráter. La agencia de noticias Antara ha reportado estas medidas de precaución mientras la comunidad se adapta a la situación de emergencia.

Las autoridades también han instado a los residentes cercanos a que se preparen para eventuales deslizamientos de tierra, un peligro añadido debido a las intensas lluvias que han caído en la región. Para protegerse del humo y las cenizas que emanan del volcán, se enfatiza el uso de mascarillas como medida preventiva crucial.

El observatorio geológico del volcán, ubicado en Labuan Bajo, ha informado que durante el domingo se han contabilizado 19 erupciones, acompañadas de grandes volúmenes de humo. Asimismo, han advertido sobre varios sismos que se han sentido en la zona, aumentando la inquietud entre los habitantes.

Este evento no es aislado, ya que durante el mismo fin de semana, otros dos volcanes indonesios, el monte Ibu en Halmahera y el volcán Marapi en Sumatra Occidental, también han mostrado actividad eruptiva. La naturaleza está recordando su poder en esta región del mundo.

Vale la pena recordar que el Lewotobi ya había registrado una erupción en agosto, y en marzo, su actividad provocó la cancelación de vuelos hacia Bali, generando un impacto en el turismo. En noviembre de 2024, otra erupción del volcán cobró la vida de casi una decena de personas, un trágico recordatorio de la dirección donde pueden llevar estas fuerzas naturales.