En las primeras horas de este miércoles, el ejército israelí hizo un anuncio alarmante: logró interceptar un misil lanzado desde Yemen, un hecho que ha generado preocupación en varias partes del país. Este ataque parece ser una represalia por los bombardeos que Israel llevó a cabo el domingo pasado en Saná, la capital de Yemen, donde murieron al menos diez personas y se registraron numerosos heridos.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comunicaron a través de un breve mensaje en su canal de Telegram que detectaron el lanzamiento del misil y que sus sistemas de defensa estaban en plena operación para neutralizar la amenaza. Esta situación llevó a las autoridades a instar a la población a seguir las instrucciones del Comando del Frente Interno mientras se analizan las circunstancias de este ataque.

Aún no se han proporcionado más detalles sobre el incidente, y por su parte, los hutíes, que hasta ahora no han emitido declaración oficial, continúan siendo el foco de atención tras los recientes enfrentamientos, especialmente después de que Israel lanzara bombardeos dirigidos a una instalación eléctrica y un depósito de combustible, dejando un saldo trágico de muertes y heridos, según reportes de las autoridades hutíes.

Los hutíes, quienes han mantenido el control sobre Saná y otras regiones del norte y del oeste de Yemen desde 2015, han intensificado sus ataques hacia Israel y han atacado embarcaciones con vínculos israelíes, especialmente en el contexto de la crisis en Gaza que se intensificó a raíz de los ataques del 7 de octubre por parte de Hamás y otras facciones palestinas.

Además de esto, los hutíes han dirigido sus ataques hacia intereses estadounidenses y británicos en la zona, en lo que consideran una respuesta a los bombardeos que estos países han llevado a cabo en Yemen, justificando sus acciones por la intención de preservar la seguridad en la navegación regional. No obstante, en un giro en la dinámica de conflicto, en mayo los hutíes se adhirieron a un alto el fuego anunciado por Estados Unidos.