MADRID, 28 Nov. - El Ejército de Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) se han lanzado este martes acusaciones mutuas sobre una presunta violación de la tregua temporal pactada en la Franja de Gaza. Estas acusaciones surgen un día después de que ambas partes acordaran prorrogar el acuerdo durante dos días adicionales.

El Ejército de Israel ha informado que "tres artefactos explosivos han sido lanzados en dos ocasiones en el norte de la Franja de Gaza, cerca de donde se encuentran las fuerzas israelíes y en violación de los acuerdos para un alto el fuego". Según Israel, varios militares resultaron heridos en uno de los incidentes y se efectuaron disparos contra las fuerzas israelíes. Como respuesta, el Ejército israelí abrió fuego contra las fuentes de los disparos. El comunicado emitido por Israel enfatizó que todas estas acciones ocurrieron dentro de las líneas acordadas del alto el fuego.

Por otro lado, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, el brazo armado de Hamás, ha acusado al Ejército de Israel de una "clara violación" de la tregua en el norte del enclave y ha confirmado la existencia de "fricciones" en la zona. El grupo añadió que sus combatientes han respondido a esta presunta violación y reafirmaron su compromiso con la tregua siempre y cuando Israel la cumpla. Además, pidieron a los mediadores que presionen a Israel para que respete los términos de la tregua tanto por tierra como por aire.

La agencia palestina de noticias Maan ha informado que carros de combate israelíes realizaron decenas de disparos en los alrededores del barrio de Sheij Raduán de la ciudad de Gaza en un reposicionamiento de estos vehículos. Hasta el momento, no se tienen reportes de víctimas. Hamás no ha comentado sobre estos incidentes.

Esta reciente violencia se produce tras una ofensiva del Ejército de Israel en respuesta a los ataques realizados por Hamás el 7 de octubre, que dejaron alrededor de 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados. Las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista, han cifrado en cerca de 15.000 los palestinos muertos, a los que se suman otros 230 a manos del Ejército israelí y por ataques de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.