En el Festival de San Sebastián, el pasado 23 de septiembre, se llevó a cabo la emotiva premier de la película "La voz de Hind Rajab", una obra del director Kaouther Ben Hania. Este film se proyectó inicialmente ante un selecto grupo de periodistas y personal acreditado, quienes abandonaron el Teatro Principal profundamente conmocionados tras contemplar la dura realidad que se retrata en sus 89 minutos de duración.
La narrativa de la película se centra en los angustiosos momentos que vivió la joven Hind Rajab, utilizando grabaciones auténticas de sus llamadas telefónicas. La historia comienza el 29 de enero de 2024, cuando el barrio Tel Al Hawa en Gaza fue evacuado por orden del ejército israelí. A lo largo de la cinta, se entrelazan escenas ficticias con vídeos hechos por voluntarios que intentaban documentar la situación y generar conciencia en redes sociales sobre la crisis humanitaria en la región.
Los voluntarios en las grabaciones hacen esfuerzos heroicos para comunicarse con Hind, utilizando un teléfono fijo y móvil para conectar a la niña con su madre. En una desgarradora secuencia, la madre expresa su amor mientras le pide que sea fuerte, comparándola con una “guerrera” o una “leona.” Esta conexión emocional se convierte en un hilo conductor a lo largo del film, mostrando el esfuerzo colectivo por mantener la esperanza viva.
A medida que esperaban la autorización para una misión de rescate, los voluntarios se enfocaron en mantener la comunicación con Hind, cuyos relatos de soledad y miedo resonaban poderosamente. La niña, escondida en un coche junto a sus tíos y primos ya fallecidos, suplica por ayuda repetidamente, revelando su terror ante el sonido de disparos y la inminente llegada de un tanque.
“Venid a buscarme. Tengo mucho miedo”, implora Hind múltiples veces, mientras los voluntarios intentan tranquilizarla con preguntas sobre su vida cotidiana, como su colegio o su color favorito. Una de las voluntarias, llamada Rana, le sugiere rezar el Corán juntas, creando un sentido de comunidad a pesar de la distancia y el caos.
En un intento por acelerar el proceso de rescate, uno de los voluntarios contacta al Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina, que debía coordinar con el COGAT, el organismo del Ministerio de Defensa israelí, para establecer una ruta de evacuación. En medio de la angustia, Hind menciona que tiene un dolor en el ojo y clama por ayuda, expresando que siente que se está muriendo.
Finalmente, después de 12 días de sufrimiento y espera, el ejército israelí se retira, permitiendo el acceso a los heridos. Fue en este dramático contexto que se descubrieron los cuerpos de Hind y sus familiares, en un vehículo que mostraba signos devastadores de la violencia, incluyendo 355 balas a su alrededor. La ambulancia que se dirigía a prestar ayuda se encontraba a escasos 50 metros, pero ya era demasiado tarde, ya que sus dos conductores también habían sucumbido.
La película destaca la figura de la madre de Hind Rajab, quien ha brindado su consentimiento para que se realice esta obra. Recordando los anhelos de su hija, relata cómo Hind deseaba volver al mar y jugar en la playa una vez finalizada la guerra, subrayando no solo la pérdida, sino también la dimensión de los sueños truncados por el conflicto.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.