La oposición moldava ha denunciado una serie de acciones intimidatorias por parte del Gobierno, en un contexto electoral altamente tenso.

En un esfuerzo por prevenir potenciales disturbios en el marco de las elecciones legislativas que se celebran el próximo domingo, las fuerzas de seguridad de Moldavia han llevado a cabo una extensa operación que incluye más de 250 allanamientos. Este despliegue, que comenzó este lunes, responde a sospechas de intentos de desestabilización orquestados desde Rusia.

La operación ha movilizado a más de un centenar de agentes en diversas localidades moldavas, así como en instituciones penitenciarias. Según el portal NewsMaker, los operativos han abarcado también residencias de personas identificadas como sospechosas de estar involucradas en actividades desestabilizadoras.

Igor Dodon, expresidente y candidato en las próximas elecciones, ha expresado que esta estrategia del Gobierno tiene como objetivo intimidar a los opositores políticos. A través de su canal en Telegram, ha denunciado que varios de sus compañeros de partido han sido objeto de estos allanamientos en regiones como Drochia y Riscani, lo que considera un intento del actual régimen para sembrar el miedo y acallar críticas.

Dodon ha ido más allá al acusar a la presidenta Maia Sandu de intentar deslegitimar las elecciones ante una posible derrota electoral. "Estamos ante la agonía de una dictadura", declaró, sugiriendo que el Gobierno es consciente de que su tiempo en el poder se está agotando.

En medio de esta agitación política, Dodon hizo un llamado a la resistencia, afirmando que "solo nos queda una semana de resistencia". Encabeza una coalición de partidos prorrusos que busca recuperar espacio político en un país dividido entre quienes buscan un acercamiento a la Unión Europea y quienes se alinean más con Moscú.

Las elecciones del 28 de septiembre en Moldavia serán, por tanto, un reflejo de la lucha entre fuerzas que desean una integración con Europa y aquellas que defienden lazos más estrechos con Rusia, lo que convierte esta contienda electoral en un punto de inflexión crucial para el futuro del país.