En un contexto de creciente presión por parte de Estados Unidos, la Autoridad Marítima de Panamá ha tomado una decisión significativa al cancelar el registro de 107 embarcaciones que enfrentan sanciones internacionales. Esta medida se produce en respuesta a las críticas de Washington respecto a la supuesta facilidad con la que los barcos surcan sus aguas, transportando, en muchos casos, petróleo hacia naciones con las que EE.UU. mantiene desacuerdos, como Irán, Rusia y Venezuela.

El anuncio se realizó desde la sede de la Autoridad Marítima, donde se explicó que las embarcaciones canceladas figuraban en las listas de advertencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EE.UU., así como en las de la Unión Europea y Reino Unido. Esta acción subraya una mayor colaboración del Gobierno panameño con las normas internacionales vigentes.

La institución panameña manifestó en su comunicado que esta acción no solo busca impedir que buques involucrados en actividades ilícitas operen bajo su bandera, sino también garantizar la protección de los derechos legales de todas las partes implicadas, incluidas las hipotecas navales. Además, se informó que otras 18 naves están en proceso de ser canceladas, sumando esfuerzos en el control marítimo.

Como parte de este compromiso renovado, la Autoridad Marítima de Panamá ha iniciado la modernización de sus sistemas tecnológicos con la finalidad de detectar embarcaciones que pudieran estar vinculadas a prácticas ilegales. Asimismo, la Dirección General de Marina Mercante está revisando su legislación nacional para alinear sus procesos con convenios internacionales y asegurar un seguimiento más riguroso.

Con estas iniciativas, Panamá busca reforzar su imagen como un país comprometido con la transparencia y la seguridad en la navegación, al mismo tiempo que se posiciona firmemente en contra del uso indebido de su bandera para actividades ilegales, solidificando su papel como un referente en el ámbito marítimo global.