En un escenario tenso de relaciones entre Estados Unidos y Canadá, se ha revelado una oferta de Washington que podría alterar significativamente la geopolítica de Norteamérica. El presidente Donald Trump ha propuesto a Canadá unirse a su ambicioso programa de defensa conocido como la 'Cúpula Dorada', valorado en unos 155.000 millones de euros, aunque con un giro inesperado: la oferta es gratuita si Ottawa acepta convertirse en el 51º estado estadounidense.

Trump hizo público su ofrecimiento a través de la plataforma Truth Social, afirmando que la participación de Canadá en su sistema de defensa costaría 61.000 millones de dólares (aproximadamente 54.000 millones de euros) si el país continuara como una nación independiente. Sin embargo, aseguró que no habría costo alguno para ellos si decidieran integrarse a los Estados Unidos. Según el mandatario, Canadá está "considerando la oferta".

Esta declaración llega en un momento delicado, justo después de que el rey Carlos III hiciera un llamado al respeto por la autodeterminación de Canadá, un país que mantiene lazos históricos con el Reino Unido como parte de la Commonwealth. Las sugerencias de Trump sobre la incorporación canadiense a su territorio han suscitado preocupación y debate sobre la soberanía nacional.

El primer ministro canadiense, Mark Carney, ha reaccionado a la propuesta calificándola de "buena idea" en términos de defensa, haciendo referencia a la inspiración que se toma del exitoso sistema israelí conocido como 'Cúpula de Hierro'. Sin embargo, también subrayó que su gobierno está abierto a explorar "otras alianzas" en defensa, sugiriendo alternativas europeas en lugar de un acuerdo con Washington.

A pesar de esta apertura en temas de defensa, Carney no ha dudado en rechazar las insinuaciones de Trump sobre la unión de Canadá a Estados Unidos. En repetidas ocasiones, ha afirmado que el país "no está a la venta, ni estará", manteniendo firme su postura en una reunión con el presidente estadounidense a principios de mayo.