Madrid, 21 de mayo. En un acto de firmeza ante las amenazas marítimas, las Fuerzas Armadas de Polonia han llevado a cabo una intervención en el mar Báltico debido a las "actividades sospechosas" de un buque relacionado con la conocida 'flota fantasma' rusa. Este operativo se desarrolló en las cercanías de un cable submarino que conecta Polonia con Suecia, como informó el primer ministro polaco, Donald Tusk.

El primer ministro Tusk comunicó a través de un mensaje en su cuenta de la red social X que, tras un exitoso procedimiento militar, el barco involucrado se dirigió hacia un puerto en Rusia. Esta intervención subraya la creciente preocupación de Polonia por la seguridad en sus aguas territoriales.

La Unión Europea, en un movimiento coordinado contra estas prácticas, anunció el martes la ampliación de sanciones dirigidas a la 'flota en la sombra'. Esta designación incluye a una serie de embarcaciones envejecidas que, según se alega, Rusia utilizaría para evadir las restricciones impuestas sobre la exportación de materias primas. Los líderes europeos temen que estos barcos puedan facilitar actos de sabotaje, especialmente en regiones sensibles como el Báltico.

En su compromiso por intensificar la presión sobre Moscú, Tusk discutió el tema hoy con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien reafirmó la importancia de Polonia como un "socio y aliado confiable" en asuntos cruciales, como la seguridad colectiva en la región.

Durante su diálogo, Zelenski también enfatizó la "urgente necesidad" de que la Unión Europea inicie los primeros pasos para la adhesión de Ucrania al bloque durante la presidencia polaca del Consejo, un avance que debería formalizarse antes de finales de junio. Argumentó que "Ucrania ha hecho los esfuerzos necesarios y merece este reconocimiento", subrayando la determinación del país en su camino hacia la integración europea.