En un desarrollo significativo para el futuro de Gibraltar, el Gobierno del Reino Unido ha anunciado un nuevo acuerdo que promete afrontar los desafíos heredados de administraciones anteriores y estabilizar la economía local. Esta "solución práctica" busca superar el legado de incertidumbre que se ha arraigado en la región desde el Brexit.

El ministro de Exteriores británico, David Lammy, ha declarado que los acuerdos alcanzados en Bruselas refuerzan la soberanía británica sobre Gibraltar, garantizando así que no se producirán cambios en este aspecto. Lammy subraya que este pacto permitirá a Gibraltar planificar su desarrollo económico a largo plazo, tras cinco años de inestabilidad.

En su intervención, Lammy también alabó el trabajo constante del ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, quien participó en la reunión junto con sus homólogos de España y la Comisión Europea. Según Lammy, el compromiso del Reino Unido con Gibraltar es inquebrantable, evocando la firmeza de la icónica Roca.

Por su parte, Picardo ha descrito el acuerdo como un avance hacia la "certeza legal" para residentes y empresas en Gibraltar. Esto es vital para la región, que depende de una frontera estable y funcional. Una de las medidas claves del acuerdo es el fin de la conocida Verja, lo que promete una libre circulación que beneficiará a todos.

"Es hora de dejar atrás viejas disputas y mirar hacia un futuro de cooperación y entendimiento", ha afirmado Picardo, enfatizando que ahora el objetivo es formalizar el tratado alcanzado.

Un tema crucial de las conversaciones recientes ha sido el sistema de controles en puertos y aeropuertos, para asegurar que Gibraltar mantenga su acceso al espacio Schengen. Aunque el Gobierno británico mostró inicialmente reticencias, se ha llegado a un consenso que implica una colaboración en la supervisión de estos accesos, con la supervisión de las autoridades españolas.

Reino Unido ha comparado este sistema de controles con el modelo existente en la estación de Saint Pancras en Londres, donde las fuerzas de seguridad francesas operan en conjunto con las británicas. Además, se considera que existirán vuelos desde el aeropuerto de Gibraltar hacia la UE, lo que potenciará la conexión y el desarrollo económico de la región.

Finalmente, el acuerdo asegura que Gibraltar mantendrá el control exclusivo sobre asuntos de inmigración y orden público, al tiempo que las instalaciones militares británicas en el área continuarán operando con total autonomía, reafirmando así la postura del Reino Unido en la región del Peñón.